miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL ESPIRITU CHUQUICAMATINO

Algun día el gran dragón de cobre sediento de riquezas, devorará todo y no dejará vestigios de las moradas chuquicamatínas. Pero jamás podrá oscurecer la luz del ESPÌRITU CHUQUICAMATINO. Esta sobrevirá por generaciónes. Chuquicamata no es sólo unas latas; es una identidad, un sentir. El haber vivido en ésta tierra, ha dejado huellas en el corazón de todos nosotros, que ni el tiempo ni la distáncia lograrán borrar. Se pueden destruir o sabotear las obras, pero no se puede destruir un sentimiento, un pensamiento ni las ideas.
No es necesario haber nacido allí para ser partícipe de la luz del espíritu chuquicamatino. (aporte de Manuel Pino)